México: 19 de septiembre
- Fernando Vega
- 17 abr 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 10 feb 2023
La casa que era defensa contra la noche y el frío
la violencia de la intemperie,
el desamor, el hambre y la sed,
se reduce a cadalso y tumba.
Quien sobrevive queda prisionero
en la arena o la malla de la honda asfixia.
José Emilio Pacheco
No sé por qué, pero me da la impresión que el cielo se parece a mi papá: ronca y ronca. Ni siquiera está lloviendo. Escucho los descomunales truenos que descienden a la tierra para hacernos la visita y dejarnos temblorosos hasta lo más profundo de los pensamientos. Así se la pasa Cuernavaca, Morelos. La ciudad de la eterna primavera.
Sin embargo, el martes diecinueve de septiembre del 2017 fue distinto. Entre los lugares más afectados por el sismo que sacudió a México está su capital y los Estados de Puebla y Morelos. ¡Y precisamente me tenía que encontrar en uno de ellos!

El artículo me recuerda mucho a la erupción del volcán que tuvo lugar por aquí hace un año. El volcán arrasó y cientos de familias se quedaron sin nada, porque la lava todo lo cubrió. Es bueno ser plenamente consciente de que la vida es un valle de lágrimas y que el hombre es frágil, vulnerable, pecador, y lleno de miserias, la naturaleza humana es así. Y, por otra parte, según lo descrito, es claro, que DIOS, a través de la unión de la sociedad, puede cambiar radicalmente esa fragilidad, en fuerza. El hombre es relacional, y sin relación, queda mutilado en su ser personal. Muchas gracias por compartir esas vivencias. DIOS les bendiga.